Reflexión No. 11

Reflexión No. 11

Somos familia marista
ESTAMOS CAMINANDO POR LA CUARESMA:
ABRAMOS NUESTRO CORAZÓN A JESÚS QUE NOS HABLA E INVITA A SEGUIRLE
Reflexiones para vivir con esperanza
Nos convertimos en ríos de agua viva 42
42. Nuestra época actual se caracteriza por una sed de espiritualidad. Nosotros, los discípulos de Marcelino, creemos que nuestra espiritualidad es un regalo de Dios para compartirlo con la Iglesia y el mundo. Si somos capaces de testimoniar en nuestras vidas cotidianas el dinamismo de esta espiritualidad, los demás, sobre todo los jóvenes y los niños, se sentirán atraídos e invitados a adoptarla como su propia manera de llegar a ser “agua viva”.
43. La historia de nuestra espiritualidad es ciertamente sencilla. Es una historia de hombres y mujeres, que experimentan una sed que sólo Dios puede saciar. Y una vez que han bebido, se sienten llenos del propio deseo de Jesús: encarnar la Buena Noticia de Dios. Movidos por el Espíritu, urgidos por el anhelo de Dios de traer la vida al mundo, nos convertimos en ríos de agua viva que fluyen en los ámbitos personales, comunitarios y apostólicos de nuestras vidas.
Evangelio del domingo
Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,17-30):

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?»
Jesús le contestó: «¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.»
Él replicó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.»
Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: «Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego síguerne.»
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: «¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!»
Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: «Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.»
Ellos se espantaron y comentaban: «Entonces, ¿quién puede salvarse?»
Jesús se les quedó mirando. y les dijo: «Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.»
Pedro se puso a decirle: «Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.»
Jesús dijo: «Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones, y en la edad futura, vida eterna.»

Palabra del Señor

Para la reflexión
¿Dónde crees que está la verdadera felicidad? ¿Qué caminos has recorrido hasta ahora para buscarla? ¿Cuáles han sido los resultados de tus esfuerzos? ¿Tienes el corazón libre para encontrarte con tus hermanos y hermanas?

No se han encontrado resultados.
keyboard_arrow_up